También señala como una de las causas “la incidencia de la actual situación económica”, una forma de reconocer que las necesidades de financiación de la banca la están cargan en los ahorros de los consumidores. En cualquier caso, el número de reclamaciones al Banco de España en 2011 dobla el promedio entre 2002 y 2007. Destaca el descenso en reclamaciones en operaciones de activo (préstamos y créditos) lógico si tenemos en cuenta la menor concesión de productos de endeudamiento. No obstante siguen representando más del 38% del total de las reclamaciones. En particular, el Banco de España califica el grave problema de las “coberturas de riesgo de tipos de interés” como “hecho coyuntural”, lo que demuestra un completo desinterés por los graves problemas de los consumidores que siguen atados a estos auténticos contratos fraudulentos, y que el propio Banco de España ha tolerado.

Crecen las reclamaciones por tarjetas

Dentro de las materias más reclamadas destacan las tarjetas, que pasan del 19% en 2010 al 22% en 2011 del total de reclamaciones. Pese a que la ley de servicios de pago de 2009 recogía expresamente los derechos de los consumidores en este medio de pago, es una demostración de que las entidades de crédito carecen de voluntad de cumplir la ley, lo que exigiría medidas de control más contundentes.

Los bancos más incumplidores

Sin embargo lo más preocupante es la nula rectificación que hacen las entidades de crédito cuando el Banco de España da la razón al cliente, una ejemplo grave de la poca eficacia del Servicio de Reclamaciones del Banco de España. En el 93% de las resoluciones favorables al cliente, Banesto no rectifica. En el 97% de los casos Novacaixagalicia; en el 83% Caixabank; e Ibercaja en el 82% de los informes favorables al cliente, no cumple la resolución del Banco de España. ADICAE viene denunciando que esta situación es intolerable para los derechos de los consumidores. Hay que mejorar la eficacia de los mecanismos de resolución de conflictos en el ámbito financiero, de lo contrario, la indefensión de los consumidores seguirá siendo un grave problema.