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La Banca sigue ahogando a los hipotecados mientras acepta quitas en las hipotecas de promotores

Las entidades bancarias llevan bastante tiempo perdonando parte de las hipotecas contratadas con promotores inmobiliarios para no acumular todavía más stock inmobiliario mientras se siguen negando a paralizar los procesos de embargo, tal y como viene demandando ADICAE desde hace varios meses.

24-10-2011

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La Banca no quiere engordar todavía más su stock de viviendas… procedentes de los promotores inmobiliarios. En una práctica habitual desde hace bastante tiempo, pero que se ha incrementado en los últimos meses, bancos y cajas están poniendo todo tipo de facilidades a los promotores inmobiliarios con los que tienen contratadas hipotecas para que estos se deshagan del stock de inmuebles que tienen en cartera sin la necesidad de que pasen a ser propiedad del banco o caja de ahorros en cuestión.

Las estrategias que utiliza la Banca son muy diversas. Hay entidades desesperadas por vender, aunque sea asumiendo algunas pérdidas. Dos ejemplos claros son Banco Santander, que está tratando de vender gran parte de su negocio inmobiliario, o Bancaja, que atosiga a cualquiera que se haya interesado por algún inmueble mediante SMS con ofertas y cuyas sucursales parecen, en algunos casos, más inmobiliarias que oficinas bancarias. Además, también están proliferando los denominados ‘bancos malos’, a los que las entidades están comenzando a vender sus inmuebles.

Ayudas para los promotores… que son los peores pagadores

La Banca está ayudando, y mucho, a los promotores inmobiliarios para no ‘embargarles’ sus viviendas. Muchos de los anuncios de inmuebles que se encuentran en sus portales inmobiliarios todavía son de los promotores con los que los bancos tienen créditos pendientes. Les permiten, incluso, vender por debajo del precio de la hipoteca contratada condonándoles la deuda restante. Así el banco evita las provisiones y gastos adicionales: IVA, impuestos, mantenimiento,… que suponen adquirir cada vivienda.

Sin embargo siguen poniendo muchísimas dificultades para que los consumidores, a título individual, consigan una mejora de las condiciones de sus préstamos hipotecarios para evitar así un proceso de embargo, el desahucio y quedarse con una deuda de por vida. Sólo un porcentaje menor de los hipotecados consigue mejoras en las condiciones de su préstamo o daciones en pago. Y eso a pesar de que los consumidores son mucho mejores pagadores que los promotores inmobiliarios: 2’32% de tasa de morosidad frente al 20%, tal y como denunció recientemente ADICAE.

Bancos y cajas podrían no llegar a cobrar a los promotores inmobiliarios préstamos concedidos por valor de 70.428 millones de euros. En total, el sistema financiero tenía prestados a los constructores y promotores inmobiliarios 413.914 millones de euros. Según el Banco de España, al cierre del mes de junio el sector promotor e inmobiliario tenía en morosidad 54.889 millones de euros en préstamos hipotecarios, un 17,79% de los 308.425 millones de euros que la Banca había prestado a ese sector de actividad.

Si la Banca no quiere más pisos, que abogue por paralizar los embargos

La Banca no persigue a los promotores inmobiliarios porque fueron estos, precisamente y junto a los poderes políticos, unos aliados de lujo durante la época de la burbuja inmobiliaria.

No obstante, si las entidades de crédito no quieren acumular más viviendas en su stock inmobiliario, la solución es muy sencilla: apoyar la moratoria hipotecaria que ADICAE está exigiendo desde hace varios meses al Gobierno, mediante un Real Decreto Ley. Una propuesta que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la ministra de Economía, Elena Salgado, y la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad Leire Pajín –máxima autoridad en materia de Consumo- tienen encima de la mesa desde el pasado mes de agosto.

Aprobar esta medida supondría un respiro económico para aproximadamente un millón de familias en riesgo de perder su vivienda y permitiría a la Banca no adquirir más stock inmobiliario. Pero esto, a la Banca, no le interesa: supondría renunciar a iniciar cientos de miles de procesos de embargo, con sus correspondientes beneficios en forma de deuda 'perpetua' para las familias.

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