Idilio creciente entre bancos, eléctricas, gasolineras y grandes cadenas de distribución
15-04-2014
Cada vez son más las grandes empresas que se ponen de acuerdo para 'intercambiar cromos' y usar sus bases de clientes como herramienta para 'vender' los productos de otra compañía. Lo que se presentan como ofertas exclusivas se convierten en realidad en burdas campañas de marquetin. Un ejemplo de ello. Banco Santander ha enviado a sus clientes publicidad para que contraten productos o servicios de Endesa y entren así en el sorteo de dos iPad. A cambio, claro, el consumidor ha de domiciliar los recibos en la entidad de Botín.
Endesa gana un cliente y el Banco Santander la domiciliación de un recibo. ¿Qué gana el consumidor? La posibilidad de ganar un iPad, que en el mercado cuesta 479 euros. Además de esta oferta puntual, Santander también ofrece, dentro de su plan 'Queremos ser tu banco', una serie de bonificaciones de Endesa en la cuenta corriente para nuevos contratos. A más productos contratados (luz, gas, mantenimiento...) mayor es la bonificación. Un anzuelo para que parezca que ser usuario de este banco es una ventaja, cuando en realidad convierte al consumidor en objeto de bombardeo publicitario.
En el caso de la eléctrica EDP, es esta la que promociona a otra empresa, en este caso la gran cadena de distribución Carrefour. La oferta consiste en que la operadora 'devuelve' parte del consumo (3% para la luz y del 5% para el gas) mediante vales descuento para compras en supermercados del gigante francés. ¿Qué hay que hacer a cambio? El consumidor debe ser socio del club Carrefour y entrar de esta manera en el programa de fidelización del grupo. A cambio de un pequeño ahorro en un servicio básico, el consumidor se ve obligado a comprar en una determinada cadena de supermercados.
Más habituales son los descuentos a la hora de repostar gasolina. El propio Carrefour devuelve un 4% de lo gastado en Cepsa en forma de cheques regalo. El mismo porcentaje reintegra Santander por repostar en Galp o Cepsa los miércoles. BBVA ofrece un poco más, un 5% de ahorro en consumo en Repsol, Campsa y Petronor, pero solo si se usa la nueva aplicación para pagar con el móvil que ha desarrollado esta entidad.
¿Gana algo el consumidor con estas ofertas?
Estos son solo algunos ejemplos de cómo banca y grandes empresas de consumo se echan una mano para promocionarse mutuamente y tejer así redes capaces de atrapar al mayor número de consumidores. El consumidor debe valorar si puede obtener una ventaja real de estas ofertas, o si, a cambio de unos pocos euros, sus decisiones de consumo van a quedar secuestradas temporalmente – ya que se ve impelido a consumir en determinados establecimientos-.