La nueva tarifa eléctrica no hará bajar el precio de la luz
15-05-2014
El nuevo sistema de facturación de la luz referencia el precio regulado a la cotización que alcance la electricidad en el mercado mayorista (que es donde las empresas compran la electricidad que luego venden).
Una novedad de la que se espera un insignificante abaratamiento de la factura (se habla de un 3%, tras un encarecimiento del 70% desde 2007), pero que la hace todavía más incomprensible para los consumidores. Aunque este sistema está en vigor desde el 1 de abril, las eléctricas cuentan hasta julio para ponerlo en marcha.
Tres opciones para los consumidores domésticos
Los consumidores acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC, antigua TUR) se encontrarán con tres posibilidades ante sí. Si en su hogar tienen instalado un contador digital, se le facturará en función del precio que marque la energía en el mercado mayorista en cada hora. Eso supone que el importe de su factura bimestral se habrá calculado sumando 1.440 tarifas diferentes, algo que obligará a los consumidores que quieran comprobar su factura a hacer malabarismos.
La mayoria de usuarios siguen con contadores analógicos
Para la mayoría de usuarios, que sigue teniendo contadores analógicos (las eléctricas no tienen obligación de cambiarlos por los nuevos hasta 2018), se establecerá un precio medio, que calculará Red Eléctrica Española en base a la cotización media del mercado mayorista, y que podrá consultarse en la web de esta empresa semiestatal.
Tarifa ‘plana’ anual
Una tercera posibilidad es que los consumidores soliciten a su compañía una tarifa 'plana' anual, que deberán ofertar de forma estándar las compañías y que mantendrá el precio invariable durante todo el año. Una opción que puede parecer más sencilla a priori, pero que conlleva un precio más elevado. Los consumidores, en teoría, también pueden negociar el precio de manera individual en el libre mercado con las eléctricas; una opción que suena bien sobre el papel, pero que será difícil llevar a la práctica dado que las empresas tienen la sartén por el mango.
Un ahorro insignificante
El Ministerio de Industria insiste en que el cambio traerá un ahorro para los consumidores. Será así, pero prácticamente insignificante. Esta medida para calcular la tarifa de la luz llega después de que se aprobara una subida del 18% en el término de potencia del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).
Esto supone que la parte fija de la factura, lo que el consumidor va a pagar sí o sí con independencia de su consumo, es ya el 60% del total de la factura, cuando hace apenas un año era el 35%. Por tanto, aunque el consumidor ahorre en su consumo, apenas lo notará en la factura.