ADICAE critica en la Junta de Accionistas de Repsol que tres consejeros 'independientes' tengan fuerte relación con la banca
01-04-2014
ADICAE participó el 28 de marzo en la Junta de Accionistas de Repsol. Lo hizo en calidad de asociación de consumidores y usuarios representativa de los pequeños accionistas y, también, de los derechos de los consumidores. Unos consumidores muy preocupados con el constante incremento del precio de la gasolina o el butano, entre otros aspectos. Así lo dejó claro ADICAE en la Junta, como también el reprobable hecho de que tres consejeros 'independientes' tengan una fuerte relación con el sector bancario y otros círculos de poder, por lo que difícilmente podrán representar y defender los derechos de los pequeños accionistas en la cúpula de la compañía.
Intervención de ADICAE en la Junta de Accionistas de Repsol
Evidentemente todos los accionistas de Repsol, incluidos nuestros socios, queremos que la cotización de sus acciones suba y que los resultados cada vez sean mejores, pero también es cierto que hay dos maneras de realizarlo: o bien conseguirlo mediante una buena política de Responsabilidad Social Corporativa y de precios que respete al entorno de la compañía y éste se vea beneficiado por las actuaciones de la misma o bien la otra vía, la irresponsable: abusar de los consumidores subiendo continuamente el precio del butano y de la gasolina.
El precio de la gasolina ha subido un 60% en los últimos años en España, siendo el país con mayor incremento de toda Europa, y más aún teniendo en cuenta que en nuestro país la fiscalidad de los carburantes es de las más bajas de la Unión Europea.
Ocurre algo parecido con el butano, gas que generalmente se utiliza en los hogares más modestos. Aunque su precio no variará para los consumidores generará un déficit de tarifa, como el de la luz. Podría crearse una burbuja que acabarían pagando los de siempre, los consumidores. Desde el año 2009 su precio ha subido un 121%.
La subida desmesurada de estos combustibles genera sobreendeudamiento entre los consumidores, que son al fin y al cabo los potenciales clientes de Repsol. Ya sus recibos básicos se ven incrementados de manera exponencial.
En segundo lugar, desde ADICAE queremos exponer que somos conscientes de que las garras de la Banca llegan hasta Repsol, tan sólo es necesario analizar la trayectoria de los miembros de su Consejo de Administración y la participación de CaixaBank (que cuenta con una vicepresidencia) y BNP Paribas.
Si se proponen mejorar los resultados anuales de Repsol ideen otras vías para conseguirlo. Llegar a ellos aumentando el precio de los productos que comercializan es demasiado sencillo, no hace falta ser un gran gestor para hacerlo, al contrario. En cualquier otro sector industrial estas decisiones resultarían ineficaces en muchos casos. Su único punto a favor es que no tienen competencia y comercian con un producto básico.
Mientras que no se adquiera un modelo de negocio que rompa con el actual no podremos votar a favor de la aprobación de las cuentas anuales de la compañía y por consiguiente de la gestión del Consejo de Administración.
A día de hoy, si tenemos en cuenta que el valor contable de la acción de Repsol es de 21,08 euros y su cotización llega a los 18,12 euros, llegamos a la conclusión de que los libros valoran mejor a la acción que el mercado. El mercado no valora la rentabilidad de la acción de Repsol.
El resultado de 2013 ha sido muy bajo (195 millones de euros). Ni el aumento de los precios de los carburantes ha podido equipararlo al del año pasado (2.060 millones de euros).
Respecto al punto cuarto del orden del día referente a la indemnización por la expropiación de YPF desde ADICAE creemos que para los accionistas es positivo que se haya resuelto este conflicto fuera de los tribunales y que se produzca la entrada de 5.000 millones de dólares americanos que fortalezcan las cuentas de la compañía. No obstante pedimos que en el caso de que la sociedad decida vender los bonos recibidos no lo haga entre los pequeños ahorradores que no tengan ni el perfil de riesgo adecuado ni los conocimientos financieros necesarios para entender su funcionamiento y riesgo. No cometan los errores del pasado.
En cualquier caso, no podemos dejar de aplaudir, repetimos, la atribución a esta Junta General de la última palabra en lo referente a la decisión sobre un tema tan fundamental para la compañía como éste. Y es que, en efecto, estamos ante una cuestión privada entre Repsol y sus legítimos propietarios, sus accionistas, y el Estado argentino, no ante un conflicto político entre países.
Votamos en contra del punto quinto que trata sobre la remuneración al accionista. Los dividendos en efectivo, tristemente, son una modalidad de remuneración al accionista que se encuentra en peligro de extinción. Los accionistas tienen la posibilidad de elegir si quieren recibir los dividendos en efectivo o en acciones; en muchas ocasiones supone un verdadero quebradero de cabeza decantarse por una de estas opciones, debido a los cantos de sirena y opiniones interesadas que predicen un repunte en la cotización. Está claro que a la sociedad le interesa que sus accionistas cobren en especie y continúen fortaleciendo su capital social. Pedimos que la remuneración en especie deje de tomar protagonismo en la sociedad en detrimento de la remuneración en efectivo.
La modificación del artículo 53 de los estatutos de Repsol hace pensar que en el futuro el dividendo en acciones seguirá ganando peso, el Consejo de Administración tendrá la potestad de convertir total o parcialmente los dividendos a cuenta en un dividendo en especie.
En cuanto al punto octavo del orden del día, relacionado con el cambio de modelo de negocio de la compañía, no nos pronunciamos, creemos que en este apartado también aciertan reconociendo a la Junta General su competencia en esta cuestión clave de la empresa, por lo que en este sentido se cumple con el buen gobierno corporativo y se refuerza el papel del accionista y a la postre su propia soberanía.
Votamos en contra del punto decimotercero del orden del día que pretende la reelección de Paulina Beato como consejera independiente. Creemos que una persona que ha sido consejera de Campsa y de importantes entidades financieras, presidenta de la Red Eléctrica de España y que ha trabajado en el Fondo Monetario Internacional se sitúa muy lejos de los intereses de los pequeños accionistas y por tanto no puede defenderlos. Independientemente de lo que diga la normativa, resulta muy complicado que siga guardando su independencia tras 8 años en el Consejo de Administración.
También votamos en contra de la reelección de Javier Echenique, por los mismos motivos. Ha sido consejero-director general de Allianz-Ercos y director general del grupo BBVA. Actualmente es presidente del Banco Guipuzcoano, vicepresidente del Banco Sabadell, consejero de Telefónica Móviles México, consejero de ACS, del grupo empresarial ENCE y de Celistics (equipos electrónicos), es delegado del Consejo de Telefónica en el País Vasco, miembro del Consejo asesor de Telefónica Europa, miembro del Patronato de varias fundaciones y del Círculo de empresarios vascos. Esta más acostumbrado a relacionarse con los círculos de poder que a defender el capital flotante.
Nos mostramos contrarios a la reelección de Henri Philippe Reichstul como consejero independiente por razones similares.
En el punto decimoctavo, en el que votamos en contra, se nos pide que aprobemos las siguientes remuneraciones:
-Antonio Brufau: 4.905.000€
-Luis Suárez de Lezo: 2.648.000€
-Isidro Fainé: 353.000€
-Artur Carulla: 397.000€
-Javier Echenique: 441.000€
-Henri Philippe Reichstul: 353.000€
-Luis Carlos Coissier: 280.000€
Total: 9.377.000
Se supone que al ser perceptores de estas remuneraciones deberían ser unos gestores modelo, capaces de liderar una sociedad con una firme política de Responsabilidad Social Corporativa. Desde ADICAE volvemos a repetir lo que hemos dicho anteriormente: subir los precios para lograr un mayor resultado lo sabe hacer cualquiera, incluso las personas que cobran menos que ustedes.