La compraventa de vivienda sigue en mínimos, y predomina la segunda mano
La última estadística del INE sigue confirmando el parón que registra el mercado de compraventa de viviendas, que en 2013 marcó mínimo histórico. Se vendieron durante el año pasado poco más de 300.000 viviendas, de las cuales una parte mayoritaria corresponden a segunda mano. Precios bajos y mínimas hipotecas, la tendencia que se marca en este mercado.
12-02-2014
Durante 2013 se registraron 311.414 operaciones de compraventa de viviendas, un 2,2% menos que el año anterior, según las cifras que muestra el INE en su última estadística. Estos datos señalan que la venta de inmuebles residenciales suma tres años con caídas y supone la cifra más baja de la serie histórica. Eso sí, a pesar de la caída, la transacción de viviendas de segunda mano se incrementó un 2,2%.
Lo que muestra cuál es la tendencia en el mercado residencial: vivienda usada, lo más asequible posible, y recurriendo lo menos posible a los préstamos hipotecarios u otros créditos. Situación normal en una economía en recesión, con los ingresos de los consumidores en mínimos, y con una disponibilidad de ahorro estancada y con dificultades para encontrar valores seguros y con poco riesgo.
El 88,8% de las viviendas transmitidas por compraventa en 2013 fueron libres y el 11,2% protegidas, dice el INE, que señala que el número de viviendas libres transmitidas por compraventa bajó un 1,2% respecto a 2012 y el de protegidas un 9,6%. Pero el dato clave está en lo siguiente: El 46,6% de las viviendas transmitidas por compraventa en el año 2013 fueron nuevas y el 53,4% usadas. El número de operaciones sobre viviendas nuevas disminuyó un 6,8%, mientras que el de usadas aumentó un 2,2% respecto al año 2012, lo que implica que ya se venden más pisos usados que a estrenar.
Sin mejores condiciones para la obtención de créditos hipotecarios, sin un mercado del alquiler mejor desarrollado y que proteja los intereses de los consumidores, el ladrillo en España se verá siempre sometido a vaivenes especulativos
España sigue sufriendo las consecuencias de un mercado residencial absolutamente desequilibrado, sin control ni regulación alguna, que se desarrolló de manera hiperactiva durante los años de la burbuja y que ahora está viviendo una corrección extrema. Sin mejores condiciones para la obtención de créditos hipotecarios, sin un mercado del alquiler mejor desarrollado y que proteja los intereses de los consumidores, el ladrillo en España se verá siempre sometido a vaivenes especulativos e insostenibles.