Los planes de pensiones privados, una opción de jubilación que da por hecha el Ministerio de Empleo y que apenas da rentabilidad a los mayores de 50 años
El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha anunciado que a finales de año remitirá cartas a los trabajadores mayores de 50 años para informarles de cuánto cobrarán aproximadamente cuando lleguen a la jubilación. Lo que podría ser una información útil para planificar el futuro, se convierte en la práctica en una campaña de fomento de los planes de ahorro privados.
15-01-2014
La Seguridad Social enviará cartas a los cotizantes mayores de 50 años para comunicarles cuál será su expectativa de pensión de jubilación. Estos envíos comenzarán a finales de 2014, y darán una cifra orientativa y aproximada de lo que cada ciudadano, en la hipótesis de que siga trabajando y cotizando en el sistema público hasta su retiro, cobrará en su jubilación. El objetivo, según palabras del propio Ministerio, “es que cada ciudadano conozca con antelación suficiente el importe estimado de su pensión una vez que abandone el mundo laboral”. Sin embargo, tal como se ha presentado esta medida, viene a hacer el juego a la 'publicidad del miedo' de la que se valen entidades bancarias y aseguradoras para promocionar sus planes de pensiones privados.
En la propia nota de prensa del Ministerio se da por hecho que, además de la pensión pública, muchos cotizantes calcularán su pensión teniendo en cuenta las “aportaciones a los planes / fondos de pensiones que tuviera suscritos”. “Con esta medida avanzamos en el objetivo de transparencia y mejora de la información y, al mismo tiempo, cada trabajador podrá sentirse partícipe de su futura previsión social de forma que, conociendo con suficiente antelación el nivel económico de que disfrutarán con su jubilación, podrá adoptar las decisiones de ahorro que más les convenga a sus intereses”, ha señalado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos.
Miedo y poca rentabilidad
La información sobre la previsión de jubilación llega tras unos cuantos años en los que las entidades bancarias y aseguradoras han apostado por intentar captar los ahorros de los consumidores a través del miedo. Cada vez más a las claras, las entidades invocan los peligros que se ciernen sobre el sistema de pensiones público para promocionar sus planes privados. Al argumento demográfico, se suma la enumeración de las últimas medidas del Gobierno: ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 años, extensión del periodo de cotización, ampliación del periodo de cálculo de la base de cotización y los recortes en las cuantías, algo que con estas cartas quedará negro sobre blanco.
¿Servirá esta carta para mejorar la previsión de ahorro de los consumidores? Muchos ni siquiera podrán plantearse la opción de complementar su pensión con un plan privado. Y para quienes puedan, los planes de pensiones privados, tal como están concebidos, suponen para alguien menor de 50 años dejar inmovilizados gran parte de los ahorros durante muchos años, sin poder recurrir a su dinero en caso de una urgencia. Por tanto, son un producto complejo e inadecuado si se contrata demasiado pronto. A esto hay que sumar que, según se ve en los últimos datos de INVERCO (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones), las rentabilidades medias de cara a la jubilación solo son atractivas si se empieza a ahorrar antes de los 50 años, ya que en noviembre de 2012 se situaban en rentabilidades del 4,89% para un plazo de 23 años, y 3,77% para 20 años. En cambio, para plazos de 15 años (el tiempo aproximado que dista de los 50 años hasta la jubilación), la rentabilidad media es apenas del 1,74%.
Desde ADICAE se recomienda a los consumidores que, a la hora de plantearse contratar estos productos, se fijen ante todo en las rentabilidades y el plazo durante el que no dispondrá de su dinero. Antes de contratar, exija que le expliquen de forma detallada todas las condiciones, y ante cualquier duda, acuda a su sede más cercana de ADICAE, donde encontrará información y apoyo.